Hace
ya unos cuantos años que la demo de este juego cayó en mis manos a
través de un CD de una revista. Esta demo te permitía jugar el primer
nivel, que para mí fue más que suficiente para terminar enganchándome.
¿Y por qué me enganchó un juego que es condenadamente difícil y que, a
veces, puede parecer insulso y repetitivo? Por su estética futurista y
oscura, el halo misterioso que envuelve los escenarios que sobrevolamos y
ese 3D de mediados de los 90 que, aunque mal envejecido, no pierde ni
una pizca de encanto. Aquí no veremos texturas ni nada, todo está
construido a base de polígonos puros y duros. En cuanto a la máquina que
pide, Darker corre perfecto bajo MS-DOS en mi Pentium MMX 200. Con 32MB
de RAM y una gráfica de 4MB tendremos máquina más que suficiente.
Con esta trama nos iremos adentrando, a medida que jugamos, en una
historia mucho más compleja. Descubriremos que el pueblo de Delphi es
pacífico y que ante la amenaza Halon se verá en la situación de ir
desarrollando tecnología militar. Esto hará que, a medida que avanzamos
en el juego, vayamos incorporando armas y sistemas nuevos a nuestra nave
civil.Estamos ante uno de los juegos menos conocidos de la británica
Psygnosis, conocida por títulos de prestigio como "Lemmings" o "Shadow
of the Beast". Fue publicado en 1995 y desarrollado por Jas.C. y Lyndon
Brooke. Se trata de un simulador de vuelo/matamarcianos en perspectiva
de 1º persona y de corte futurista, donde adoptamos el papel de Tolly,
un piloto civil metido a la fuerza a piloto de combate.
Nuestra
misión a lo largo de los ¡115 niveles!: proteger la ciudad de Delphi,
única ciudad ubicada en el lado oscuro del planeta en que nos
encontramos, de la invasión Halon, la raza que vive en la zona luminosa y
cuyo ambiente contaminado está empezando a ser incompatible con la
vida. Por suerte, podremos guardar la partida a medida que avancemos.
El
desarrollo de las misiones es, casi siempre, el mismo: proteger una
zona determinada de Delphi matando todas las naves Halon que aparezcan y
regresar a la base sano y salvo. Las primeras naves enemigas tienen
forma de coche ochentero y hacen un ruido parecido al de un Vespino
(jajaja!) y llegará el momento, al final del juego, en que tendremos
oportunidad de pilotar una de ellas. A medida que vayamos avanzando,
aparecerán otros tipos de naves más difíciles de abatir y que nos
causarán más problemas.
Veremos
varios tipos de niveles: los de la zona oscura, en la primera parte del
juego; unas zonas de túneles que comunican ambas caras del planeta; y
en territorio enemigo, los niveles de la zona luminosa, donde terminará
el juego. Como ya comenté, iremos actualizando nuestras armas e incluso
cambiaremos de nave a lo largo de la aventura.
Un
apunte curioso y que afecta a la jugabilidad de los primeros niveles:
ya que la zona oscura del planeta no dispone de recursos energéticos, en
estos niveles tendremos que intentar sobrevolar los "beacons", una
especie de faros que son los que proporcionan energía a nuestra nave y
que nos permiten seguir volando. El
control es mejor si disponemos de un joystick (con uno básico de 2
botones nos sobra) y tendremos que alternar ciertas funciones de la nave
(impulso, cambio de arma, de vista, etc.) con el teclado. La
jugabilidad es buena y uno se hace pronto a los controles. Respecto al
sonido, quitando las melodías de las partes cinemáticas, éste se limita a
los efectos de disparos y motores de las naves. Los graficos, como dije
al principio del artículo, son en 3D sin texturas, fluidos y sin
saltos.
A modo de conclusión, puedo decir que Darker es un juego entretenido, con
una estética muy conseguida y que guarda ese sabor nostálgico y añejo
de los primeros juegos en 3D. Para aquellos que no lo hayan jugado,
decir que nunca está de más darle una oportunidad a un juego de
Psygnosis.
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